Navidad con lluvia y un verano que se afirma: el pronóstico de Matías Cepeda para el centro del país
El meteorólogo cordobés anticipó una Nochebuena inestable, un verano con lluvias bien distribuidas y un escenario climático que, por ahora, se mantiene en fase neutral.
Matias Cepeda, El Negro del Clima
El verano llegó sin vueltas. Calor, humedad y tormentas típicas ya dominan gran parte del centro del país, y con ellas también llegan las preguntas inevitables de cada diciembre: ¿mesa afuera o adentro?, ¿cómo viene el régimen de lluvias?, ¿qué escenario climático se perfila para los próximos meses?
Desde Córdoba Capital, Matías Cepeda, más conocido como “El Negro del Clima”, trazó un panorama claro y prudente sobre lo que viene, con foco en las celebraciones de fin de año y en el comportamiento climático regional.
Nochebuena: mesa adentro y atentos a la previa
Para la noche del 24 de diciembre, el mensaje fue contundente. Los modelos meteorológicos coinciden en señalar probabilidad de lluvias durante el horario central de la cena, especialmente en la región centro del país.
“Toda la gente que vive en Cuyo, Córdoba, Santa Fe y parte norte de Buenos Aires, que arme la mesa adentro, porque todo indica algo de lluvia entre las 8 y la 1 de la mañana”, advirtió Cepeda.
El especialista explicó que el momento más complicado no sería exactamente a las 12, sino en la previa, cuando comienzan los encuentros familiares y los preparativos.
“En la previa, más o menos a las 9 de la noche, es donde se daría lo más intenso”, señaló.
Las tormentas podrían ser puntualmente fuertes en Córdoba, aunque sin una afectación generalizada extrema. El problema principal será la combinación de calor, humedad y actividad eléctrica, un combo clásico del verano central argentino.
Año Nuevo: todavía es temprano para definir
A diferencia de la Navidad, el pronóstico para el 31 de diciembre aún no está definido. Cepeda fue claro en remarcar las limitaciones de la predicción a más largo plazo en escenarios de alta inestabilidad.
“Falta una semana y, con este tipo de días pesados y húmedos, es muy complicado resolver bien dónde se va a dar la tormenta”, explicó.
La presencia de las sierras de Córdoba y el ingreso de aire más fresco hacen que los modelos tengan dificultades para precisar ubicación e intensidad de las lluvias. Por eso, recomendó seguir las actualizaciones día a día.
Lluvias dentro de lo normal y buen arranque del verano
Más allá de las fiestas, el balance hídrico resulta alentador. Tanto noviembre como diciembre se ubican dentro de los valores normales, con una característica clave: la buena distribución espacial de las precipitaciones.
“Lo que está pasando desde finales de noviembre es que toda la provincia, en mayor o menor medida, tiene precipitaciones”, destacó Cepeda.
En Córdoba, las lluvias abarcaron amplias zonas del territorio, algo que no siempre ocurre. También se registraron acumulados importantes en Santa Fe y, durante el último fin de semana, en el Litoral, con lluvias en Corrientes, Entre Ríos y Misiones.
El meteorólogo señaló además que ya se observaron las primeras crecidas de ríos en las sierras, una señal típica de un verano activo desde el punto de vista climático.
¿Niña, Niño o neutral? Un escenario en observación
Uno de los temas centrales fue el comportamiento del Pacífico y su impacto en el verano argentino. Por ahora, el diagnóstico es claro: fase neutral, con una leve tendencia hacia La Niña, pero sin confirmaciones definitivas.
“Por ahora los datos dicen que es neutro, un poquito más tirando a la Niña, pero hay que esperar”, afirmó.
Cepeda explicó que los modelos internacionales siguen actualizándose a diario y que será clave la publicación del pronóstico trimestral del Servicio Meteorológico Nacional, que abarcará enero, febrero y marzo.
En cuanto a lo esperable, el escenario apunta a:
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Temperaturas superiores al promedio, algo ya habitual en los últimos años.
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Lluvias dentro de lo normal en la zona centro, si se mantiene la actual dinámica atmosférica.
Un verano exigente, pero con señales positivas
El inicio del verano 2025 muestra un patrón claro: clima exigente desde lo térmico, pero con buen aporte de lluvias, fundamental tanto para la producción agropecuaria como para la recarga de reservas hídricas.
Cepeda cerró con una definición que resume su enfoque profesional:
“Si son malas noticias, tratamos de anticiparlas para que estemos prevenidos”.
Por ahora, el mensaje es de atención y seguimiento constante, sin alarmas, pero con la certeza de que el verano ya juega su partido.
