Navidad con tormentas fuertes en el norte y escasas lluvias en la región central
Verano irregular: lluvias desparejas y calor ponen en alerta al maíz de primera
El inicio del verano encuentra al maíz atravesando un escenario climático dispar, con lluvias desiguales y temperaturas elevadas que obligan a seguir de cerca la evolución de los cultivos.
Durante diciembre se registraron cambios significativos en la distribución de las precipitaciones: mientras algunas regiones lograron buenas recargas de humedad, otras quedaron al límite de la sequía, encendiendo alertas hídricas de cara a las próximas semanas.
Según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el maíz de primera desafía este patrón de lluvias erráticas con un panorama mayormente favorable: el 90 % del área sembrada se encuentra en buen estado, incluso cuando gran parte de los lotes transita una etapa clave como la floración.
No obstante, el organismo advierte que la persistencia del calor y la discontinuidad de las precipitaciones podrían generar complicaciones puntuales si el patrón actual se intensifica.
El balance hídrico del Servicio Meteorológico Nacional muestra contrastes marcados. La zona núcleo, el norte de Santa Fe y Entre Ríos, el este de Chaco y Misiones presentan buenos niveles de humedad en el perfil del suelo, con sectores que incluso exhiben excesos.
En contrapartida, Córdoba, amplias áreas de Buenos Aires, La Pampa y la región de Cuyo evidencian un fuerte secamiento, lo que incrementa la vulnerabilidad de los cultivos ante nuevos pulsos de calor.
De cara a la semana de Navidad, el pronóstico indica que el foco de las tormentas estará en el norte del país. El NOA, la región Chaqueña y el norte de la Mesopotamia enfrentarán condiciones de alta inestabilidad, con lluvias intensas, riesgo de granizo, inundaciones y posibles desbordes de ríos. Estas tormentas, aunque aisladas, serán recurrentes y podrían dejar acumulados significativos.
En la zona central, en cambio, predominará el tiempo cálido y estable al inicio de la semana. Un frente frío débil avanzará entre el martes y el miércoles, con chances acotadas de chaparrones en el centro y la costa bonaerense, con registros estimados entre 10 y 30 milímetros.

Para la noche del 24 de diciembre, la probabilidad de precipitaciones será baja y, de darse, serían eventos aislados y de corta duración.
Durante la madrugada del 25, la inestabilidad se desplazará nuevamente hacia el norte, con lluvias y tormentas fuertes en provincias como Chaco, Formosa, Santiago del Estero y el NOA, mientras que en el centro del país las condiciones tenderán a estabilizarse. En la Patagonia se esperan jornadas ventosas, con lluvias aisladas y temperaturas por debajo del promedio para diciembre.
Ante este panorama, los especialistas recomiendan seguir de cerca los alertas meteorológicos, especialmente en el norte argentino, donde el impacto de las tormentas podría ser significativo tanto para la producción como para la población en general.
