Argentrigo y las 4 Cadenas denuncian estar "estancados" a pesar de generar el 40% de las exportaciones del país.
Las cuatro principales cadenas agroindustriales del país destacaron su aporte del 24% al PBI y del 61% a las exportaciones totales, y presentaron una agenda de reformas estructurales para impulsar la producción y la competitividad.
En un mensaje conjunto de cierre de año, las cuatro principales cadenas agroindustriales del país —ACSOJA, ARGENTRIGO, ASAGIR y MAIZAR— presentaron un balance de su impacto económico en 2024 y delinearon una agenda de reformas estructurales.
En su comunicado, destacaron que el sector aportó el 24% del PBI nacional y representó el 61% de las exportaciones totales, instando al gobierno a crear "condiciones" para potenciar el desarrollo productivo.
Las entidades agroindustriales subrayaron su rol fundamental en la economía argentina, aportando el 90% de lo recaudado por Derechos de Exportación (DEX) y generando el 28% del empleo total del sector con un marcado sentido federal.
Un motor clave de la economía argentina
Según cifras oficiales, de los 79 mil millones de dólares exportados por el país, 48.370 millones correspondieron a la cadena agroindustrial en 2024. De ese total, las "4 Cadenas" fueron responsables de 31.000 millones de dólares, lo que significó un aporte de 5.900 millones en concepto de DEX.
El informe también celebra una recuperación respecto al año anterior, afectado por la sequía, con un crecimiento del 25% en las exportaciones del sector. Las ventas al exterior en los primeros diez meses del año ya alcanzaron los 41.817 millones de dólares, con proyecciones de superar esa cifra en el último bimestre.
A pesar de estos números, las cadenas advirtieron sobre un estancamiento en la superficie productiva, señalando que "hay superficie para crecer de manera sostenible", pero existen brechas de rendimiento por la menor aplicación de tecnología, condicionada por factores económicos y estructurales.

De la queja a la propuesta: un llamado a la acción
En su mensaje, las organizaciones afirmaron que no pueden "esperar que las condiciones cambien, sino que deben construirlas". Tras definirse como un sector de "fortaleza" más que de "resiliencia", manifestaron su apoyo al rumbo económico ratificado en las últimas elecciones, basado en la austeridad fiscal, el equilibrio de las cuentas públicas y las desregulaciones.
Sin embargo, recalcaron que estos ajustes "no alcanzan" y que es necesario actuar para provocar los cambios que permitan desatar el potencial productivo. En este sentido, hicieron un llamado a las administraciones provinciales y municipales para unificar agendas y trabajar en conjunto, dejando de lado la fragmentación.
Identificaron a los Derechos de Exportación (DEX) como el "principal condicionante para el desarrollo" y, si bien valoraron la baja temporal implementada por el gobierno, solicitaron "previsibilidad" y un camino de reducción progresiva y efectiva que brinde transparencia al mercado y fomente la inversión.

Agenda de reformas: las propuestas para el desarrollo
Finalmente, las cuatro cadenas presentaron una agenda de propuestas concretas, aclarando que "no son demandas sectoriales, sino condiciones básicas para que el país tenga oportunidades". Los puntos clave de su propuesta son:
Reforma fiscal: Un régimen que premie la inversión, la innovación y el arraigo, fomentando tanto a las grandes empresas como a las PYMEs.
Plan de infraestructura: Inversiones en caminos rurales, rutas, puertos, conectividad y energía, destacando la licitación de la hidrovía a 40 pies y la puesta en valor de los ferrocarriles.
Modernización laboral: Normas que se adapten a las dinámicas del trabajo agroindustrial, reconozcan la diversidad regional y fomenten la formalidad.
Ley de propiedad intelectual en semillas: Una legislación actualizada que proteja el conocimiento y garantice reglas claras para la inversión en genética y biotecnología.
Biocombustibles: Una nueva ley que aumente los cortes a niveles de países competidores en un esquema de libre mercado.
Uso de fitosanitarios y fertilizantes: Impulsar una ley de presupuestos mínimos para la aplicación de fitosanitarios y normativas que fomenten el uso de fertilizantes para cerrar las brechas de rendimiento.
Seguro agropecuario: Trabajar en un seguro multirriesgo específico con participación del Estado para proteger a la producción frente al cambio climático.
