El violento temporal que afectó a la localidad de Etruria, en Córdoba, dejó consecuencias devastadoras para la familia Daghero, cuya planta de silos —el corazón de su producción agrícola— quedó reducida a escombros en apenas diez minutos.
Según relató Santiago Daghero, las ráfagas superiores a los 170 kilómetros por hora destruyeron por completo ocho silos, tres norias, dos camiones, un galpón de descarga y la sala de comandos.
“Mi padre comenzó con esto hace 30 años, bien de abajo, y pudo construir con mucho esfuerzo todo esto. Fueron 10 minutos de un viento muy fuerte que se llevó todo”, expresó con impotencia.

La planta, base operativa de un sistema productivo integrado que incluía siembra, cosecha, pulverización, transporte y almacenamiento, quedó inhabilitada. El agua ingresó en el galpón donde producían pellet de alfalfa, mientras que las prensas, motores y tableros eléctricos se dañaron gravemente.
Los motores de los silos, incluso abulonados a bloques de cemento, fueron arrancados por la fuerza del viento. Pese al impacto emocional y económico, la familia intenta sostenerse: “Lloramos mucho cuando vimos todo convertido en hierros retorcidos. Pero mi viejo nos dijo que vamos a recuperarnos. Le vamos a poner el pecho”, aseguró Santiago.
El episodio ocurrió en el marco de las tormentas severas que el Servicio Meteorológico Nacional había advertido para la región centro, y que afectaron a varias localidades cordobesas durante el fin de semana.

