Productores, técnicos y referentes del sector coincidieron en que la actividad bubalina se presenta como una alternativa eficiente, sustentable y rentable, especialmente en territorios donde la producción bovina tradicional encuentra sus límites.

Una “marea negra” en crecimiento sostenido

La jornada, que se celebró bajo el lema “Desafiando el paradigma ganadero”, reunió a especialistas para analizar el potencial de una actividad que muestra un crecimiento constante a nivel nacional.

José Roca, gerente del Frigorífico Logros y promotor de la actividad, aseguró que el sector está ante una gran oportunidad: “Los que nos apasionamos por esto decimos que se viene la marea negra. Tiene muchísimo presente y más futuro. Hay que descubrirlo, estoy convencido que es así”.

Roca destacó el contraste entre las especies: mientras el rodeo vacuno argentino perdió más de un millón de cabezas recientemente, el stock bubalino evolucionó de 140 mil a 185 mil cabezas entre 2021 y 2024. Actualmente, se estima que hay unas 300.000 cabezas en el país.

El potencial de Córdoba

Según datos de la Secretaría de Ganadería provincial, Córdoba ya cuenta con aproximadamente 3.900 cabezas distribuidas en 121 unidades productivas.

Una investigación reciente, co-liderada por Roca y el especialista Marcos Zava, identificó en la provincia más de 3 millones de hectáreas con condiciones aptas para la cría de búfalos.

“Podemos mejorar las economías regionales llevando búfalos al interior. Es un animal manso, inteligente, que permite aprovechar carne y leche a nivel familiar”, sostuvo Roca. Además, resaltó el potencial de exportación, mencionando que Frigorífico Logros ya realizó una exportación a Chile, un mercado que demanda carnes magras y proteína de alta calidad.

Mayor eficiencia y rentabilidad en ambientes difíciles

Marcos Zava, miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Criadores de Búfalos y referente nacional, aportó la mirada técnica, señalando que el búfalo ofrece ventajas productivas notables.

“En campos duros, con pastos fibrosos, el búfalo casi duplica la rentabilidad frente al vacuno”, explicó Zava. También subrayó su alta eficiencia reproductiva, con tasas de parición que alcanzan del 80 al 90%, en comparación con el 50% promedio de la ganadería tradicional.

El especialista enfatizó que la búfala no busca competir con el rodeo bovino, sino complementarlo, ocupando espacios poco productivos. “Hay más de 5 millones de hectáreas en el norte argentino donde la producción bovina es ineficiente. Esas tierras pueden ser ocupadas por el búfalo, aportando proteína de calidad y sustentabilidad”.

La coincidencia entre los expositores fue clara: Córdoba tiene un “techo muy alto” para este tipo de producción, gracias a su infraestructura ganadera y la disponibilidad de suelos marginales.

Desafíos pendientes: financiamiento y capacitación

Para que el crecimiento proyectado se concrete, los expertos señalaron que es crucial el apoyo financiero y la formación especializada para los productores.

Roca sugirió que el Banco de Córdoba debería lanzar una línea de crédito específica para la actividad. “Son 11 meses hasta la parición y dos años para obtener un animal de 450 kilos. Es una inversión que requiere tiempo, pero el retorno es alto y sostenido”, argumentó.

Por su parte, Zava añadió que el desafío es también cultural y técnico, ya que el manejo del búfalo requiere una mayor interacción y capacitación. “El búfalo es muy inteligente, aprende rutinas de manejo. Pero eso exige un contacto más frecuente con el humano y capacitación para productores y trabajadores”, afirmó.

Finalmente, se destacó el valor nutricional de la carne bubalina, que es magra, de alta digestibilidad y bajo contenido de grasa y colesterol. No obstante, Roca advirtió que su cocción exige conocimiento: “Si la secás, se endurece; si la hacés jugosa o a la olla, es de excelente calidad. Es cuestión de aprender a cocinarla”.