El INTA recupera su gobernanza tras el rechazo del Senado al decreto 422
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) atraviesa días decisivos luego de que el Senado de la Nación votara de manera contundente en contra del decreto 422, que en julio había modificado la estructura de gobernanza del organismo. Con 60 votos en contra y solo 9 a favor, la Cámara Alta dio un mensaje político claro: las reformas en el INTA deben discutirse con consenso y no imponerse de manera unilateral.

Pablo Panatti - Productor, Asesor, Presidente Concejo Regional del INTA Delegado por Coninagro
El INTA recupera su gobernanza tras el rechazo del Senado al decreto 422
Un retroceso a la reforma unilateral
El decreto cuestionado otorgaba al presidente del INTA el control absoluto sobre áreas clave como presupuesto, cartera programática y recursos humanos, desplazando al Consejo Directivo, que históricamente ha sido el órgano de conducción plural y federal de la institución.
Para Pablo Panati, presidente del Consejo Regional del INTA en Córdoba, la decisión legislativa abre una oportunidad para revisar el rumbo: “Queremos un cambio consensuado, trabajado desde adentro”, sostuvo. Según explicó, los centros regionales siempre reconocieron la necesidad de reformas internas, pero reclamaban un proceso de diálogo que involucrara a todos los actores vinculados al organismo.
Qué significa la vuelta al estado anterior
La anulación del decreto implica que el INTA recupera su autarquía y su sistema federal de gobernanza. Vuelven a estar vigentes el Consejo Directivo Nacional, los centros regionales, las agencias de extensión y las estaciones experimentales, lo que garantiza la participación territorial en la toma de decisiones.
En términos prácticos, también se detiene la venta de inmuebles y el recorte de personal que estaban en discusión, lo que brinda un alivio tanto a los trabajadores del organismo como a la sociedad vinculada a su funcionamiento.
No obstante, Panati advirtió que persisten algunas dudas jurídicas: días antes de la votación se publicó otro decreto que modifica los niveles organizativos superiores del INTA. La validez de esas disposiciones aún debe ser analizada por el área legal del organismo, por lo que no está claro si también quedarán sin efecto.
Un mensaje político y social
El amplio rechazo al decreto no solo tuvo impacto institucional. Para Panati, la votación constituye un mensaje político directo hacia el Ejecutivo, que había intentado avanzar con una reforma sin consultar a las estructuras internas del INTA ni a los sectores productivos vinculados: “El Senado y Diputados han dicho que esta reforma no es procedente”, explicó.
El resultado parlamentario refleja además la presión ejercida desde distintos consejos regionales, que reclamaron ser parte de la discusión sobre el futuro del organismo. En este sentido, el dirigente cordobés remarcó que la expectativa ahora es volver a sentarse en una mesa de diálogo con el gobierno y el presidente del INTA para trabajar en una modernización que no ponga en riesgo el federalismo ni la esencia de la institución.
El consenso como punto de partida
El desafío que se abre de aquí en adelante es cómo construir ese espacio de consenso. Panati reconoció que la coyuntura exige cambios, pero insistió en que deben encararse de manera participativa:
“Ojalá esta decisión abra las puertas para que el Consejo Directivo, junto al presidente y el Gobierno, trabajemos en conjunto. Estamos dispuestos al diálogo para tener un INTA mejor.”