Confirmado: la siembra de maíz tendrá una fuerte recuperación y quedará al borde del récord
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se implantarán 7,8 millones de hectáreas de maíz con destino comercial. Es un 10% más que el año pasado y la segunda mejor cifra de la historia. El clima y la baja población de chicharritas, los principales factores a favor del cereal.

La siembra de maíz alcanzará unos 7,8 millones de hectáreas con destino comercial -es decir, sin contar lo que va a consumo forrajero-, lo que significa un crecimiento del 9,6% o unas 700.000 hectáreas más frente al ciclo pasado.
Esta es la primera proyección de superficie difundida por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que la semana pasada dio por iniciada la campaña, con el avance de los primeros lotes maiceros en Santa Fe y Entre Ríos.
De esta manera, el cereal retoma la senda alcista que se cortó el año pasado, como consecuencia fundamentalmente del temor a la chicharrita del maíz, la plaga que hizo estragos en la cosecha 2023/24.
Asimismo, en la última temporada otro viento en contra fueron las malas condiciones climáticas al momento de la siembra, con niveles de humedad en los suelos desfavorables.
Así, de cumplirse esta intención, se trataría de la segunda mejor superficie de la historia, solo por detrás de la campaña 2023/24, cuando se superaron los 8 millones de hectáreas.
EL MAÍZ YA NO LE TEME A LA CHICHARRITA
Este informe de precampaña de la entidad porteña constituye la primera confirmación concreta de lo que tanto entidades como empresas presagiaban: una fuerte recuperación del área maicera, producto fundamentalmente de que el riesgo de la chicharrita es mucho menor, luego del trabajo intensivo de prevención que se hizo en la última campaña.
La Bolsa afirmó que este relevamiento precampaña se viene realizando desde principios de junio y permitió alcanzar la conclusión de que “tras un año marcado por la creciente incertidumbre en torno a la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), la cual trajo consigo una importante reducción del área sembrada, este nuevo ciclo se inicia con más y mejor información acumulada sobre la dinámica poblacional de la plaga y estrategias para reducir el riesgo”.
En tanto, “a este contexto se suma la mejora en las condiciones hídricas registrada durante el otoño e invierno, que asegura una buena disponibilidad de humedad en gran parte del área agrícola para el inicio de las siembras tempranas”, añadió.
Precisamente, el informe deja en claro que el incremento del área se dará especialmente en aquellas regiones que en la campaña pasada habían reducido significativamente la superficie dedicada al cultivo debido al temor por la chicharrita.
EL MAÍZ, POR REGIONES
En este marco, haciendo un análisis regional de la intención de siembra 2025/26, la Bolsa porteña mencionó:
- En el norte del área agrícola, tanto en el NOA como en el NEA, se proyecta un aumento considerable del área destinada a maíz, en detrimento de cultivos regionales y también de soja. Sin embargo, los colaboradores advierten que la superficie no alcanzará aún los niveles previos a la última campaña, sino que la recuperación será gradual. Persiste la incertidumbre respecto al comportamiento de las poblaciones de Dalbulus maidis en la región, especialmente considerando que la ventana de siembra comienza a mediados de diciembre, momento que podría coincidir con un incremento en la presencia de la plaga.
- Hacia el centro-norte de la provincia de Córdoba, se proyecta una marcada recuperación del área de maíz que se había perdido a causa de la plaga, a costa de otros cultivos como soja, sorgo y maní.
- En contraste, en el sur de esa provincia, donde la incidencia de la plaga no provocó grandes variaciones en la superficie sembrada la campaña anterior, las decisiones de siembra estarán más influenciadas por la relación de márgenes respecto a la soja de primera.
- En la zona núcleo, se espera un comportamiento similar al de Córdoba, con una significativa recuperación del área de maíz respecto a la campaña anterior. Además, se observa una fuerte inclinación hacia las siembras tempranas, favorecidas por las óptimas condiciones de humedad en los perfiles de suelo a la fecha.
- Por último, el sur del área agrícola ha sido fuertemente afectado por excesos hídricos, lo que ha limitado el incremento del área destinada a trigo. En este contexto, el maíz se perfila como el principal candidato para ocupar estos lotes junto a girasol, siempre que las condiciones de humedad lo permitan al momento de la siembra. Al igual que en la zona núcleo, se prevé aprovechar la buena humedad en el perfil del suelo para destinar una mayor proporción de hectáreas a planteos tempranos, aunque en las zonas afectadas por excesos podría limitar esta decisión, teniendo que retrasar la fecha de siembra.
EL CLIMA, A FAVOR DEL MAÍZ
Como se mencionó otro de los factores que soplan a favor del maíz son las condiciones climáticas.
La Bolsa puntualizó que el inicio de la campaña 2025/26 se presenta con perfiles de suelo bien provistos de humedad en la mayor parte del área agrícola, como resultado de un otoño con precipitaciones y temperaturas superiores a lo normal.
Por otro lado, la transición al invierno estuvo marcada por sucesivas irrupciones de aire polar, que generaron intensas heladas y favorecieron el corte de ciclos de plagas.
Respecto a lo que queda del invierno 2025, gracias a la componente atlántica de los vientos polares, es esperable que las precipitaciones se activen en forma algo temprana, extendiéndose hacia el interior del área agrícola argentina.
“De acuerdo con nuestro último informe agroclimático estacional, la primavera observará un gradual incremento de la circulación tropical, mientras los vientos polares irán en disminución, dando una marcha climática más equilibrada. Las precipitaciones se activarán gradualmente, alcanzando una distribución cercana a lo normal, en sus valores absolutos, pero con una marcha algo irregular”, añade el documento.
En tanto, menciona que durante el verano de 2026, se prevé que las precipitaciones se mantendrán dentro de los valores normales en la mayor parte del área agrícola, aunque podrían presentarse algunas perturbaciones.
“Se espera riesgo de fuertes excesos hídricos en el norte del NOA, la Región del Chaco y el norte de la Mesopotamia, mientras que en el sur de Cuyo y el sudoeste de la Región Pampeana los registros podrían ubicarse por debajo de lo habitual. Además, existe la posibilidad de un período seco y caluroso desde fines de la primavera y comienzos del verano, lo que podría generar situaciones de estrés en los cultivos”, precisa.
EL ESCENARIO ECONÓMICO PARA EL MAÍZ
Por último, el análisis de la Bolsa porteña también se centra en datos vinculado al panorama económico del maíz y su proyección de márgenes.
En principio, cita que el consumo mundial de maíz para la campaña 2025/26 se proyecta en 1.289,15 millones de toneladas (USDA), superando el volumen registrado en el ciclo anterior en un 2,4%. Este incremento responde principalmente a una mayor demanda destinada a alimentación humana, producción de etanol y uso industrial, mientras que el consumo para forraje y residual se mantiene prácticamente estable.
En cuanto a la oferta a nivel global, el USDA estima una producción de 1.288,6 millones de toneladas, lo que implica un aumento del 5% respecto al ciclo previo.
Mientras que en el comercio internacional, las exportaciones mundiales de maíz para el ciclo 2025/26 se estiman en 200,9 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 3,7 % respecto a lo estimado para el ciclo previo y del 4,3 % en comparación con 2023/24.
Los stocks finales mundiales de maíz para 2025/26 se proyectan en 282,6 millones de toneladas, lo que representa caída del 0.2% respecto al ciclo anterior.
En el plano local, el precio a cosecha del maíz en el mercado de futuros A3 para abril de 2026 se sitúa en 174 dólares por tonelada, un 2% por encima respecto a la misma posición en 2025, pero un 4% por debajo de las últimas cinco campañas.
En cuanto a los costos, la mayoría de los insumos agrícolas registraron bajas interanuales, salvo los fertilizantes nitrogenados y fosfatados.
Específicamente, los combustibles cayeron un 12%, la semilla un 5% y los herbicidas un 7%. En contraste, los precios de los fertilizantes nitrogenados subieron un 7% y los fosfatados un 4%.
Como resultado, las relaciones insumo-producto del maíz mejoraron respecto al ciclo previo. En comparación interanual, estas relaciones registraron incrementos en el poder de compra del 13% para herbicidas, 7% para semillas y 14% para combustibles. En fertilizantes, la urea perdió un 1,4% de poder de compra, mientras que el FMA mejoró un 3%.
Esto implica que se requiere una menor cantidad de grano para adquirir la misma cantidad de insumos. Sin embargo, desde mayo se observa una tendencia alcista en la relación I-P para todas las categorías, debido principalmente a la caída en el precio del grano.
De este modo, “a pesar de las recientes mejoras, los márgenes de rentabilidad del maíz siguen siendo estrechos, especialmente al considerar los elevados requerimientos de capital y los riesgos inherentes al cultivo. Estas condiciones no solo condicionan las decisiones de siembra, sino que también limitan la adopción de tecnologías, reduciendo el potencial productivo”, advierte la Bolsa.
Y cierra: “A ello se suman factores como los derechos de exportación y la caída de los precios internacionales, que inciden directamente en la formación de precios y ejercen una mayor presión sobre los productores, opacando el impacto positivo de las favorables proyecciones climáticas vigentes”.