Vassalli en situación de crisis afronta audiencia decisiva en Santa Fe
La histórica fábrica de cosechadoras Vassalli, ubicada en Firmat, atraviesa una de las crisis más profundas de los últimos años. La empresa, conducida por la familia Marsó, mantiene una deuda con sus empleados que incluye la mitad del salario de junio, la totalidad de julio y el medio aguinaldo, lo que desató una ola de protestas que se trasladó a las puertas de la planta y a la Ruta Nacional 33.

El malestar de los trabajadores se intensificó durante la última semana. El jueves por la noche, en un intento por descomprimir la tensión, la firma transfirió $400 mil a cada empleado, una suma que fue recibida como un alivio momentáneo pero insuficiente. “Es un paliativo, pero no una solución”, señalaron los operarios, recordando que el monto cubre solo una fracción de lo adeudado.
Reclamos y tensiones en Firmat
El martes, un grupo numeroso de empleados se concentró frente a las oficinas de la empresa exigiendo respuestas inmediatas. Allí estuvo presente el secretario general de la UOM Firmat, Diego Romero, quien acompañó el reclamo y criticó la postura empresaria:
“Le ofrecieron 300 mil pesos para la semana que viene y la gente tiene hambre ya. No pueden seguir atando los pagos a la venta de maquinaria; deben poner recursos propios para resolver esta situación”, afirmó.
Romero también remarcó que el personal reclama la presencia del titular de la compañía, Eduardo Marsó, a quien —según indicó— muchos de los trabajadores aún no conocen personalmente.
Una audiencia clave
Frente a la escalada del conflicto, el Ministerio de Trabajo de Santa Fe convocó a una audiencia para el próximo lunes, en la que participarán representantes de la empresa y de los trabajadores con mediación provincial.
El encuentro es considerado decisivo, ya que la paciencia de los empleados parece agotarse y el descontento social crece en Firmat, donde la fábrica constituye uno de los principales motores de la economía local.
Mientras tanto, en las puertas de la planta y sobre la ruta, la protesta sigue latente. Los trabajadores esperan que la negociación no se dilate y que el compromiso de pago se traduzca en hechos concretos que garanticen el cobro total de lo adeudado.
Vassalli y un historial de crisis
La fábrica de cosechadoras Vassalli, símbolo de la industria metalmecánica santafesina, no es ajena a las turbulencias económicas. A lo largo de su historia, atravesó varias crisis que pusieron en riesgo su continuidad:
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Década de 1990: el proceso de apertura económica y la competencia de maquinaria importada afectaron fuertemente a la empresa. Se produjeron despidos y reducción de personal.
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2009 – Quiebra y salida de la familia fundadora: en plena crisis internacional, la compañía entró en convocatoria de acreedores. La familia Vassalli, que había fundado la fábrica en 1949, se alejó de la conducción. La planta quedó en manos de un grupo de concesionarios que intentó reflotarla.
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2016 – Nueva reestructuración: el gobierno nacional de entonces impulsó la venta de la empresa a un grupo empresario vinculado al agro. Sin embargo, la operatoria fue criticada por falta de capitalización y el pasivo siguió creciendo.
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2018 – Suspensiones y reducción de personal: ante la fuerte caída en la venta de maquinaria agrícola, se aplicaron suspensiones masivas. La planta llegó a tener solo 250 empleados, muy por debajo de los más de 1.000 que había ocupado en su época de esplendor.
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2019 – Estatización frustrada: en el marco de un nuevo intento por salvar a la compañía, se habló de una posible participación estatal mayoritaria. El proyecto no prosperó y la crisis continuó.
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2020 – Pandemia y parálisis: la irrupción del COVID-19 agravó la situación. Hubo meses de producción mínima, con dificultades para pagar sueldos.
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2021 – Ingreso del grupo Marsó: la familia entrerriana, con experiencia en transporte y logística, tomó el control de la firma. Prometió inversión y reactivación, pero los problemas financieros nunca terminaron de resolverse.