El 73% de la región pampeana registra lluvias muy superiores a la media y el trigo 2025/26 se encamina a una gran campaña
Las precipitaciones acumuladas en lo que va del año superan entre 50 y 300 mm los promedios históricos en la mayor parte de la región. El 80% del trigo presenta condición muy buena y se sostiene la proyección de 20 millones de toneladas.

Las atípicas lluvias de julio marcaron un quiebre en la campaña fina.
Según relevamientos técnicos, el 73% de la región pampeana ya acumula entre 50 y 300 milímetros por encima de los valores históricos, con casos extremos en el noreste bonaerense: Chacabuco lleva 1.040 mm, 9 de Julio 1.030 mm, Baradero 950 mm y Saladillo 930 mm.
Este escenario hídrico, poco frecuente en toda la región, beneficia tanto al trigo como al maíz temprano.
En el 80% del área triguera predomina la condición “muy buena”, algo que no ocurría desde la campaña récord 2021/22, cuando se alcanzaron 23 millones de toneladas.
La superficie implantada se mantiene en 6,9 millones de hectáreas, igual que en aquel ciclo histórico, con Buenos Aires y La Pampa completando las siembras en julio.
En el norte del país, la situación es más heterogénea. Santiago del Estero y Chaco registran recortes de área —40.000 y 60.000 hectáreas respectivamente— aunque las lluvias de julio mejoraron lotes y permitieron pensar en rindes competitivos.
La atención ahora está puesta en que octubre, mes clave para el desarrollo, mantenga el régimen hídrico y en el control de enfermedades, dado el ambiente favorable para su aparición.
Si el clima acompaña y se logran rendimientos promedio, la campaña 2025/26 podría cerrar con una producción superior a 20 millones de toneladas, consolidando la recuperación del trigo argentino.