La carne vacuna enfrenta un escenario de contrastes, tanto en Argentina como en el mundo. Por un lado, los precios internacionales muestran una recuperación notable: en mayo, el valor promedio por tonelada exportada fue de 5.459 dólares, lo que representa un aumento del 7,9% respecto de abril y un salto del 35,1% frente al mismo mes de 2024. Sin embargo, el volumen exportado cayó un 3,8%, reflejando una demanda que no acompaña el repunte de precios.

En el mercado interno, la situación tampoco es alentadora. Aunque Argentina tiene una de las mayores tradiciones cárnicas del mundo, el consumo local se encuentra estancado. Según Ignacio Iriarte, especialista del sector, el poder de compra de los salarios en relación con el precio de la carne cayó drásticamente: de un promedio de 169 kilos de carne por salario entre 2012 y 2019, se pasó a 117 kilos en abril de 2025.

El stock bovino, que llegó a rondar los 60 millones de cabezas, se redujo a 54,2 millones en 2022. Las proyecciones más optimistas, como las del economista David Miazzo, apuntan a 63,7 millones para 2032, pero el camino no está despejado.

Desde la Mesa de las Carnes, que agrupa a representantes de toda la cadena, advierten que sin un contexto macroeconómico estable y reglas claras, el sector no despegará. Hoy, con un mercado interno que absorbe cerca del 70% de la producción pero con una población que ha perdido capacidad de compra, la cadena cárnica se encuentra en una encrucijada: buenos precios, pero sin demanda firme.

Puntos principales

Suba de precios internacionales:

• En mayo, la tonelada exportada de carne vacuna alcanzó los 5.459 dólares, un 35,1% más que en mayo de 2024.

• El precio creció también un 7,9% respecto a abril.

Caída en los volúmenes exportados:

• A pesar del alza de precios, las exportaciones cayeron un 3,8% interanual.

Consumo interno estancado:

• El 70% de la producción se destina al mercado interno, pero el consumo no repunta por la pérdida de poder adquisitivo.

• Según Ignacio Iriarte, el salario promedio (RIPTE) permitía comprar 169 kg de carne en 2012-2019, pero solo 117 kg en abril de 2025.

Stock bovino en retroceso:

• De un promedio histórico de 60 millones de cabezas, bajó a 54,2 millones en 2022.

• Proyecciones optimistas prevén llegar a 63,7 millones en 2032 (David Miazzo).

Falta de incentivos para producir más:

• Pese a los precios altos, la producción no crece por falta de confianza y estabilidad macroeconómica.

Mensaje del sector:

• La Mesa de las Carnes reclama reglas claras y sostenibles para impulsar inversiones y crecimiento.