Buscan eliminar el INYM: proponen disolver el ente yerbatero y girar sus fondos a la agroindustria
La diputada correntina Sofía Brambilla presentó un proyecto para disolver el Instituto Nacional de la Yerba Mate, cuestionando su rol burocrático y proponiendo transferir sus recursos al Estado nacional para destinarlos directamente a productores, industriales y exportadores del sector.

En una movida que sacude al corazón del sector yerbatero, la diputada nacional por Corrientes, Sofía Brambilla, presentó un proyecto de ley que propone la disolución del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). La iniciativa contempla la derogación de la Ley 25.564, que dio origen al organismo, y el traspaso de todos sus recursos a la órbita de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Según los fundamentos del proyecto, el INYM —creado en 2002 con la misión de regular y promover la actividad yerbatera— ha terminado convirtiéndose en una “estructura burocrática costosa, ineficiente y contraproducente”, que no logró acompañar el crecimiento de un producto emblemático para la identidad y la economía argentina.
Brambilla afirmó que el instituto, lejos de ser un aliado del sector, generó regulaciones innecesarias, superposición de funciones y falta de transparencia, lo que profundizó el malestar entre productores, industriales y exportadores. “Durante más de 20 años, el INYM no rindió cuentas ni cumplió con el objetivo de fortalecer la cadena yerbatera. Es hora de cambiar”, sostuvo la legisladora.
La propuesta incluye la creación de un fondo provisorio dentro de la Secretaría de Agricultura, que se nutrirá con los bienes y fondos que actualmente administra el INYM. Ese fondo, aseguró Brambilla, será destinado exclusivamente al fortalecimiento de los eslabones de la cadena productiva, con foco en la mejora de la competitividad y la calidad del producto.
El proyecto no está solo: cuenta con la firma de casi veinte diputados nacionales, entre ellos referentes como Damián Arabia, Gerardo Millman, Karina Bachey, Aníbal Tortoriello, Silvia Lospennato y Laura Rodríguez Machado, entre otros. Este respaldo transversal indica que el planteo logró generar consenso político y que el debate parlamentario será amplio y con múltiples voces.
“Queremos que los recursos vuelvan al sector, a quienes trabajan la tierra y producen uno de los símbolos culturales más fuertes del país. La yerba mate merece un nuevo impulso”, concluyó Brambilla.
El proyecto ya fue girado a las comisiones pertinentes y se espera que su tratamiento comience en las próximas semanas, en medio de un clima de expectativa e incertidumbre en Misiones y Corrientes, las provincias donde se concentra la producción.
¿Se avecina un cambio de época para el mundo de la yerba? El Congreso tiene la palabra.