“La eficiencia no depende de intervenciones estatales”
Frases clave:
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“Los productores cuentan con la experiencia y herramientas para decidir cuándo faenar.”
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“El peso mínimo no logró mejorar ni la productividad ni la calidad de la carne.”
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“Países sin estas regulaciones tienen pesos promedio superiores.”
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“La medida apunta a una ganadería más libre, competitiva e innovadora.”
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“Se busca eliminar trabas que distorsionan el mercado y desalientan la inversión.”
¿Qué anunció el Gobierno?
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca derogó las resoluciones que, desde 2007, imponían un peso mínimo obligatorio para la faena de bovinos. A partir del 1° de enero de 2026, los productores podrán decidir libremente el momento de faena sin sanciones por bajo peso.
¿Por qué se eliminó esta regulación?
El Gobierno argumenta que estas medidas no lograron mejorar la productividad ni la calidad de la carne. Según datos históricos, el peso promedio de faena ha fluctuado por causas climáticas, comerciales y de mercado, más que por la normativa en sí.
Además, sostienen que la evidencia internacional muestra que países sin este tipo de restricciones lograron mejores resultados productivos, demostrando que la eficiencia no depende del control estatal.
¿Cómo impactará esta medida en el productor?
La desregulación devuelve al productor la autonomía para decidir cuándo faenar, en función de sus objetivos económicos, sanitarios y comerciales. Se eliminan así restricciones burocráticas que generaban incertidumbre y afectaban la planificación del ciclo productivo.
¿Qué dice la historia sobre esta norma?
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2007: Se impone el peso mínimo por primera vez, con sanciones para faenas inferiores a ciertos umbrales.
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2010: Se refuerzan los límites y se establecen nuevos valores (165 kg por res).
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2019: Se ajustan los mínimos según el sexo del animal (165 kg para machos, 140 kg para hembras) y se incluyen excepciones.
¿Por qué la medida entra en vigencia recién en 2026?
Para permitir una transición ordenada, el Gobierno definió un plazo de adaptación. Productores, frigoríficos y comercializadores tendrán tiempo para ajustar procesos, contratos y logística al nuevo régimen, basado en libertad de decisión y reglas claras.
¿Qué principios respalda esta decisión?
La resolución se ampara en el DNU 70/2023, que impulsa la desregulación de toda norma que interfiera con la libre iniciativa privada y la interacción espontánea entre oferta y demanda. Se apunta a dinamizar la economía, incentivar la inversión y fortalecer la competitividad del sector.
Conclusión:
El fin del peso mínimo obligatorio de faena marca un cambio profundo en la política ganadera argentina. Con esta decisión, el Gobierno busca desandar años de intervención estatal, fortalecer la libertad económica y confiar en la capacidad técnica del productor argentino. ¿Será este el empujón que necesita la carne para recuperar protagonismo y eficiencia?
Elaborado con IA