El trigo 2025/26 comenzó su campaña bajo un contexto inusual: lluvias históricas que inundaron vastas zonas agrícolas, retrasaron la siembra y forzaron a los productores a recalcular.

Aun así, según el informe mensual de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Argentina enfrenta el mejor escenario hídrico de los últimos 4 años, lo que abre la puerta a una cosecha prometedora.

Hace solo un mes se proyectaba una siembra récord de 7,2 millones de hectáreas, la mayor desde 1982. Sin embargo, los excesos hídricos —que dejaron entre 200 y 500 mm en distintas regiones— obligaron a reducir el área estimada en 100.000 hectáreas, especialmente en el noreste y centro-este bonaerense, ubicando el total en 7,1 millones.

A pesar de esa merma, el potencial productivo sigue siendo alto: si se logra un rendimiento promedio de 30,5 qq/ha, el trigo podría alcanzar las 20,7 millones de toneladas, descontando 300.000 hectáreas que habitualmente no se cosechan.

Avance lento, pero con impulso

En zonas como Pergamino, el avance de siembra es a paso lento debido al barro y la humedad persistente. Las sembradoras trabajan con dificultad por la cantidad de rastrojo y los caminos rurales que siguen intransitables en muchas regiones. A la fecha, el avance de implantación es del 23%, por debajo del 29% registrado el año pasado.

También se reportan complicaciones en el sudeste de Santa Fe y Entre Ríos, donde el agua acumulada limita el ingreso de maquinaria y compromete el uso de variedades de ciclo largo a intermedio, que deben sembrarse durante junio.

Comparación con la campaña 2021/22

El ciclo 2021/22 es el espejo más exitoso para la comparación: se sembraron 6,9 millones de hectáreas y se obtuvieron 23 millones de toneladas, con un rinde promedio nacional de 35 qq/ha. Aquella campaña arrancó con el oeste del país cargado de agua, especialmente el sur.

En 2025, la situación se invierte: el oeste está bien abastecido, pero las lluvias desbordaron hacia el este, con reservas muy buenas en La Pampa y el oeste bonaerense, zonas que podrían incluso superar la siembra del año pasado.

¿Qué falta?

La clave será que cesen las lluvias en las próximas semanas para completar la siembra dentro del calendario óptimo y poder aprovechar los materiales de mayor potencial. La campaña promete, pero el clima sigue teniendo la última palabra.