Los mercados agrícolas reaccionaron con fuerza ante la escalada bélica entre Israel e Irán, que elevó los precios del petróleo crudo y renovó el interés por los biocombustibles.
Este escenario le dio impulso al poroto de soja en Chicago, en un contexto donde el biodiésel vuelve a posicionarse como alternativa energética. Sin embargo, el avance de los precios enfrenta varios límites estructurales.
Principales claves del mercado:
Soja en suba por biodiésel y petróleo caro
El conflicto en Medio Oriente reavivó el atractivo del biodiésel derivado de soja, ya que el petróleo recuperó terreno tras los ataques israelíes a Irán. El Estrecho de Ormuz, clave para el comercio mundial del crudo, vuelve al centro de la escena.
Incógnita regulatoria en EE.UU.
El mercado sigue de cerca la inminente propuesta de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que según fuentes del sector establecería un mandato de mezcla de biocombustibles por debajo de lo esperado. Se habla de un corte de 5,61 millones de galones, frente a los 4,65 millones anticipados por el mercado. Aún no hay confirmación oficial.
Maíz: apoyo del USDA y presión climática
El cereal encuentra soporte en el ajuste a la baja de los stocks finales 2024/25 reportado por el USDA, debido a mejores expectativas de exportación. No obstante, el clima favorable en el cinturón maicero de EE.UU. (cálido y húmedo) y una oferta abundante limitan nuevas subas.
Trigo: repunte con techo por la oferta global
Los futuros suben ante los retrasos en la cosecha de las Llanuras estadounidenses por lluvias persistentes, pero la expectativa de amplias producciones en Estados Unidos, Europa y Rusia actúa como contrapeso.
El mercado continúa en modo “alerta”, evaluando el impacto geopolítico sobre la energía, la política ambiental norteamericana y las proyecciones de cosecha a nivel global.