Bajo el lema «El cultivo que supera tus límites», arrancó el primer Congreso Nacional PURO GIRASOL, en Río Cuarto, Córdoba, encuentro que busca contribuir al desarrollo del cultivo, más allá de las tradicionales regiones girasoleras.

Uno de los primeros conceptos planteados fue que la compactación, el agua y los nutrientes a la siembra, son los aspectos que van a determinar el rinde, la calidad y la materia grasa de girasol.

Según Alberto Quiroga, especialista en suelos, y uno de los máximos referentes en la temática, es estratégico el diagnóstico antes de la siembra y, en función de eso, ajustar densidad de plantas y elección de híbridos:

“Si no conocemos los recursos que le damos, difícilmente a veces podamos acertar en lo que estamos haciendo desde la siembra en adelante”, explicó.
Y agregó:
“Estamos usando tecnología, pero no donde la necesitamos porque no evaluamos”.

Para el especialista, la situación en que los lotes llegan a la siembra va a determinar el rinde, la calidad y la materia grasa de girasol. Y la compactación, el agua y los nutrientes deben evaluarse mucho antes de la siembra para ajustar la densidad de plantas, la genética y el potencial.

Algunos conceptos claves

Si bien es un cultivo que tiene requerimientos importantes de agua, su gran ventaja son sus raíces que, fisiológicamente, pueden llegar a 3 metros y aprovechar reservas de agua que no están al alcance de la soja ni del maíz.

“Hoy una raíz de girasol, si el suelo no lo limita por una compactación o por falta de nutrientes, puede explorar más de dos metros y medio”, explicó, y observó que “al usar esa agua en profundidad, puede esperar una lluvia más tiempo sin afectar rendimiento”.

Usualmente, el productor utiliza menos recursos y tecnología que en los otros cultivos de verano. Sin embargo, el girasol expresa muy fácilmente la escasez de recursos.

“Si arranca con poca humedad inicial porque no ha llovido y el suelo no se ha recargado, lo que hace es reducir el área foliar, que es prácticamente lo que va definiendo el rendimiento”, alertó.

En ese sentido, el área foliar durante el llenado de grano se transforma en rendimiento ajustado, es decir, que es lo que define el rendimiento físico y la materia grasa.
Si arranca con humedad, pero después las precipitaciones no acompañan y no hay reserva de agua, el girasol, para hacer un uso eficiente del agua disponible, se saca biomasa (hojas) de encima; si pudo generarla, es importante que esa biomasa siga en la planta para generar la materia grasa, que es lo que sucede durante el período de llenado de granos.

De acuerdo con el especialista, el otro aspecto que puede hacer que un girasol, teniendo agua, no genere biomasa, es el de los nutrientes, que básicamente son nitrógeno, fósforo y azufre:

“Los suelos han ido perdiendo materia orgánica, o se le asignan al girasol suelos con más limitantes que lo que es a maíz y soja, lomas más arenosas, suelos con tosca. Entonces, en ese caso, aparece algo de deficiencia de nitrógeno, y si hay deficiencia de nitrógeno, el azufre lo acompaña al nitrógeno”.

Teniendo agua y nutrientes, otro factor que afecta al desarrollo del cultivo son las compactaciones del suelo, porque, a diferencia del maíz,

“el girasol tiene una red pivotante que crece en profundidad”, expresó.

En caso de falta de macro porosidad del suelo o menor macro porosidad en algún estrato, la raíz no puede seguir creciendo.