El intercambio en cuestión

La conversación comenzó con preguntas sobre la incertidumbre que genera la reorganización del INTA. Bronzovich explicó que el organismo está atravesando un proceso de reestructuración similar al de otras instituciones estatales, como el Ministerio de Economía, y destacó la importancia de focalizar los recursos en las actividades productivas más relevantes para el país. A medida que las preguntas fueron profundizando, el tono de Bronzovich se tornó cada vez más cortante, especialmente cuando se le pidió que precisara en qué sectores el INTA concentraría su trabajo.

Cuando un periodista le cuestionó sobre el temor de los trabajadores y técnicos del INTA, Bronzovich respondió que, aunque entendía la preocupación, debía priorizarse la productividad y los sectores con mayor impacto económico. Sin embargo, el intercambio se desbordó cuando se le preguntó sobre los proyectos de investigación del organismo. La respuesta de Bronzovich fue tajante y terminó en un arrebato verbal hacia los periodistas: "Pónganse a laburar, hijos de p... Vayan a hablar con los técnicos del INTA."

Un tono inadecuado para un funcionario público

Es importante reconocer que las tensiones entre los medios y los funcionarios son parte de una dinámica profesional, pero este tipo de respuestas no sólo son inapropiadas, sino que también generan una atmósfera de confrontación innecesaria. La prensa especializada en agro tiene el deber de dar a conocer los problemas y desafíos del INTA, el organismo clave en la investigación y el desarrollo agropecuario del país.

A pesar de las críticas a la gestión del INTA, Nicolás Bronzovich sigue siendo considerado por muchos como un buen profesional. No obstante, lo sucedido pone en evidencia una falta de control en la comunicación pública y una actitud desafiante que no corresponde a un funcionario de su rango.