Se acerca diciembre, mes clave para la siembra de maíz tardío, y el panorama actual genera optimismo en los productores. La temida plaga de la chicharrita, que causó estragos en campañas pasadas, muestra una incidencia mínima en las principales regiones productoras, mientras que las lluvias recientes han mejorado significativamente las condiciones del suelo.

Tres factores que impulsan la siembra de maíz tardío

Los productores agrícolas están tomando decisiones respaldadas por tres factores principales:

1. Ausencia de chicharrita en las áreas clave:
   En más del 95% de las principales zonas maiceras, la plaga Dalbulus maidis está ausente o presenta niveles muy bajos.

2. Lluvias favorables:
   Las precipitaciones de noviembre recargaron los perfiles de humedad de manera excepcional, mejorando las perspectivas agronómicas.

3. Mejores márgenes del maíz frente a la soja:
   Según las condiciones actuales del mercado, el maíz ofrece un margen más competitivo, atrayendo a los productores hacia este cultivo.

Resultados alentadores del monitoreo de chicharrita

El 8° informe de la Red Nacional de Monitoreo Dalbulus maidis, realizado entre el 9 y el 22 de noviembre, evaluó 434 localidades en Argentina y Uruguay, arrojando resultados positivos:

• En el 99% de las localidades del Centro Sur argentino, no se detectaron insectos.
• En el 95% de las áreas del Centro Norte, donde ya se implantó el maíz temprano, la presencia de chicharrita fue nula o extremadamente baja (menos de 4 insectos por trampa).
• En Uruguay, el monitoreo confirmó la ausencia total de la plaga.

Focos aislados en otras regiones

En el NOA, NEA y Litoral, la presencia de D. maidis es esporádica y se concentra en situaciones específicas, como campos con maíces voluntarios, que están siendo controlados mediante graminicidas o métodos mecánicos, como la siembra de soja de segunda y la cosecha de papa.

Un informe esperado por los productores

“Este era el informe más esperado para la siembra de maíz tardío, que representa el 60% del total sembrado”, comentó Federico Zerboni, presidente de Maizar. Según Zerboni:

“Llegamos con poblaciones nulas o bajísimas. Coincide con lo que están viendo los productores, porque la venta de maíz creció mucho en algunas zonas”.

En regiones como Río Cuarto o Jesús María, las ventas de semillas de maíz superaron las expectativas. “El productor le perdió el miedo a la chicharrita. Lo que lo preocupaba era el agua; noviembre la trajo en abundancia, y diciembre arrancará con espectaculares condiciones de humedad. Además, los márgenes del maíz son mejores que los de la soja”, agregó Zerboni.

La importancia del monitoreo constante

A pesar del panorama favorable, los especialistas advierten que no es momento de relajarse. El informe de la Red subraya que:

“Ante la proximidad de la siembra de maíces tardíos, resulta esencial mantener e intensificar las estrategias orientadas a prevenir el desarrollo del vector Dalbulus maidis”.

Esto implica:

• Monitoreo riguroso de los cultivos ya establecidos.
• Control de maíces voluntarios, ya sea con métodos químicos o mecánicos.
• Medidas específicas para mitigar los riesgos en regiones con focos aislados.

Perspectivas positivas con precaución

Las condiciones climáticas, la baja incidencia de la plaga y los márgenes competitivos hacen de esta campaña una oportunidad prometedora para el maíz tardío. Sin embargo, la vigilancia debe ser continua, especialmente en áreas con antecedentes de presencia de chicharrita.

Esta combinación de factores invita a los productores a enfrentar esta nueva campaña con optimismo, pero también con estrategias responsables para proteger los cultivos y asegurar una cosecha exitosa.