El Gobierno está pendiente de los ingresos del campo para liberar el cepo cambiario y bajar los impuestos
Hay varios motivos que ralentizaron la venta, que debería comenzar a agilizarse en las próximas semanas. En derechos de exportación el gobierno nacional podría sumar US$6.745 millones.

Desde la Bolsa de Cereales de Córdoba se informó, en un encuentro con medios locales, que el nivel de comercialización de la soja es del 40%, es decir, hay mucho camino por delante, mucho por vender y mucho por recaudar, para el fisco nacional.
¿Qué tanto? El economista Gonzalo Agusto, al frente del Departamento Económico de la Bolsa de Cereales de Córdoba destacó que a mayo ya se liquidaron divisas por US$9.046 millones, pero que entre soja y maíz aún quedan por liquidarse US$23.300 millones.
Esto implica mucho para el gobierno en términos de recaudación vía derechos de exportación.
En detalle, la recaudación potencial de los derechos de exportación que aporta la soja son US$5.700 millones, a los que se suman US$645 millones del maíz y US$ 400 del complejo triguero. En total, el gobierno espera por otros US$ 6.745 millones extras de derechos de exportación.
Para poner en contexto, es cerca del 40% de la balanza comercial que podría tener Argentina este año (se calcula que sería de US$16.000 millones).
“Para movilizar la liquidación el gobierno insiste con algunos argumentos. El primero, que el tipo de cambio real no está atrasado y que sería competitivo; la segunda es que la inflación está por encima de las tasas de interés, pero a su vez la tasa de interés está por encima de la tasa de depreciación del tipo de cambio.
Y el gobierno insiste que como no va a mover el tipo de cambio más del 2% mensual conviene vender la mercadería; y el tercer argumento es que la brecha cambiaria está baja”.
En ese marco, la pregunta sigue siendo por qué todavía no liquida el agro. La explicación más repetida es que aún se mantienen altas expectativas de una corrección en el tipo de cambio que mejore los números de la rentabilidad, pero hay más.
“El retraso en la comercialización se explica por varias razones. Hubo una demora en la cosecha, hay precios por debajo de lo esperado, hay un aumento en la brecha cambiaria desde las últimas semanas, hay dudas respecto de la sostenibilidad del tipo de cambio, gran parte es por esto. Hoy con la parte política un poco más despejada se quita algo de las dudas sobre la sostenibilidad del tipo de cambio, peor algo muy importante que creo que todos tenemos que aprender es que estamos ante la presencia de un nuevo modelo económico que nos cambia la forma de hacer negocios, por la tasa de interés, por la apreciación real, no estamos acostumbrados a eso, siempre estamos esperando la devaluación o una economía deficitaria. Es un nuevo modelo económico que obliga a replantearnos muchas cosas”, remarcó Agusto.
Uno de los aspectos que destacó la Bolsa de Cereales en sus recientes informes tiene que ver con la dinámica de precios de la soja, el principal cultivo para el Estado nacional en términos de recaudación.
En esa línea, se confirmó que los precios actuales si bien no son malos, están bastante lejos de lo que lograron tener otras administraciones. El gobierno de Milei está conviviendo con un precio de la soja de US$489, por encima del promedio de US$483 que tuvo Macri, pero por detrás de los US$551 con que contó Alberto Fernández.
Y todavía aún más lejos de los que tuvo Cristina Fernández de Kirchner en sus gestiones: US$595 (entre 2007 y 2011) y US$645 (de 2011 a 2015).