Dialogamos con Luis Héctor Gastaldi, que se forjó en la cultura del molino que fundaron su padre, con tres hermanos y un cuñado en 1931.

Las secuelas de la Gran Depresión Económica del 29 aún persistían cuando el país quebraba la barrera de los 10 millones de habitantes y Córdoba sumaba su primer millón.  Aquella población se multiplicó por 3, pero la empresa Gastaldi creció varias veces más.

En 1931 fue el año de fundación del Molino Gastaldi en General Deheza. Empezó moliendo 15 toneladas por día. Lo fundaron los hermanos Gastaldi (Antonio, Gabriel, Ángel y Santiago) junto con el cuñado de ellos, Luis Macario, relató Luis Héctor, hijo de Ángel y hoy presidente de la empresa.

Luis recuerda que “eran años de plena depresión de la economía mundial y era una época de bolsillos flacos”, pero que de todas formas, se contentaron con conseguir máquinas de rezago, bancos de cilindro, plansifter, para construir el molino y pudieron comenzar a producir las 15 toneladas diarias.

En 1948 sumó el acopio de cereales y oleaginosas, con plantas en Santa Eufemia y en Alcira Gigena. Hoy en la empresa trabajan 200 personas de manera directa, pero varias decenas más en forma indirecta en determinados momentos del año en que la ocupación se intensifica.

En 90 años multiplicó su producción 23 veces

“Después hubo un largo interregno hasta el año 1978, cuando deciden construir un molino totalmente nuevo, desde el edificio hasta la maquinaria importada. Y más tarde hubo sucesivas reformas del molino que lo llevaron a que actualmente muela 350 toneladas por día, produciendo 15 mil bolsas diarias de harina de 25 kilos cada una”, cuenta Luis Gastaldi. 

En 1976 incorpora el maní, que hoy se convirtió en la estrella dentro de la empresa. Exporta a 50 países unas 25 mil toneladas.

Ahora están construyendo una nueva reforma con un aumento de la trituración, en la producción, de casi un 50%. Así, triturarán 250 toneladas diarias. Esa es una inversión que está en marcha y permitirá el año próximo tener una mayor dinámica de producción.

Finalmente, consultado por la clave para lograr que la empresa permanezca nueve décadas en actividad, Gastaldi manifestó que “hubo tiempos buenos y de los otros, pero nosotros creemos en el esfuerzo, creo que fue la impronta, el mayor de los legados de nuestros antecesores, de apostar al trabajo y al esfuerzo, porque otra cosa no sabemos nosotros”.

“Seguramente a la cuarta generación que va a ingresar dentro de poco, le vamos a transmitir todo esto que a nosotros, esforzándonos, siempre nos dio buen resultado a la larga”, concluyó Luis Gastaldi.