El ingeniero agrónomo Claudio Del Vecchio, de la consultora agropecuaria Agroprofesional, indicó que las últimas lluvias en la región núcleo, dejaron registros de entre 35 y 45 milímetros, con “una intensidad bastante baja, despacio, como nos gusta para que se aproveche. No hay escurrimientos, problemas de erosión y creo que se aprovechó hasta la última gota”.

Comentó que el cultivo más beneficiado por estas precipitaciones es el trigo. Sobre el que destacó que “la mayoría de los productores tiene algo de trigo sembrado”.

 “Decimos que estamos en un área de trigo de alrededor del 25% al 30%. Una situación que celebramos porque lo consideramos siempre un importante cultivo en lo que aporta a la rotación agrícola”, agregó.

El ingeniero agrónomo precisó que el cultivo se encuentra en su etapa final, “lo que uno ve hoy por hoy, es el trigo todo espigado, llevando adelante el proceso de formación de los granos”.

Reconoció además que los productores de la región, realizan un manejo adecuado tanto del maíz como del trigo, eligen las variedades mejor adaptadas, ajustan la fertilización en base a análisis de suelos y utilizan los fitosanitarios correctos para que el cultivo se desarrolle de la mejor manera.

En este contexto señaló que ya se puede proyectar entre 3500 y 4000 kilos por hectárea de rendimiento.

Maíz

Fue en el mes de septiembre, luego de unas lluvias que dejaron entre 30 y 70 mm en la región, cuando la mayoría de los productores y asesores que tenían proyectado hacer maíz de primera, realizaron la siembra. 

Del Vecchio manifestó que “hoy esos cultivos se encuentran desarrollando la etapa vegetativa, desarrollando las primeras hojas, dos a tres hojas. También se llevan adelante con el paquete agronómico adecuado y ajustado al objetivo de producción o rendimientos altos que tenemos en esta zona”.

“A esos cultivos la lluvia les viene muy oportuna para continuar con ese crecimiento”, agregó.

Presencia de plagas

El asesor alertó sobre la aparición de orugas cortadoras en las últimas semanas, produciendo en algunos lotes el corte al ras de las plantas en sectores puntuales.

“Prácticamente no se ha tenido que recurrir a aplicaciones de productos específicamente para esto, sino que en la mayoría de los casos, el tratamiento habitual que se utilizaba en este momento del maíz, sirvió para frenar la aparición de esta plaga”, aclaró el ingeniero agrónomo.

La sugerencia es seguir caminando los lotes al menos una vez a la semana para evaluar la evolución y la presencia de plagas, malezas y enfermedades.

Soja

Del Vecchio consideró que la superficie agrícola que resta de sembrar “sin dudas va a ser ocupada por el cultivo de soja de primera”. 

“Estimo que después de esta lluvias vamos a tener uno días todavía frescos y a partir de la semana que viene, cuando la temperatura comience a aumentar, la mayoría de los productores va a comenzar la siembra de soja de primera, que va a volver a ser cultivo de mayor ocupación en cuanto a superficie de lotes”, explicó.

Un punto que destacó el asesor agropecuario, es la problemática de malezas resistentes: “Comenzó el nacimiento de las malezas más problemáticas que tenemos en nuestra zona, algunas empiezan a nacer en septiembre y la mayoría está naciendo ahora en octubre”.

En septiembre estamos hablando de la presencia de Rama Negra, el complejo de conyza bonariensis, ya presente en nuestros lotes. En octubre se hace presente el Yuyo colorado y malezas gramíneas. 

“Todas estas malezas, si no realizamos las tareas agronómicas correctas, son las que nos van acompañar a los cultivos durante todo el verano y traer grandes dolores de cabeza y grandes pérdidas o afectaciones sobre el cultivo de soja y maíz”, advirtió.

Del Vecchio planteó que la utilización de herbicidas preemergentes en la campaña de primavera verano es la mejor herramienta inicial para poner un freno al nacimiento de esas malezas. 

Una vez sembrada la soja y comenzado el desarrollo fenológico, insistió en la necesidad de un monitoreo semanal y ante el escape de malezas, la utilización de herramientas químicas. 

“Es donde la mayoría de los agrónomos profesionales y productores estamos poniendo el foco, la energía y toda la cabeza, para tratar de atenuar este efecto y es sin dudas, el momento oportuno de la campaña para hacer este correcto manejo”, concluyó Claudio Del Vecchio.