En 2025, el consumo de fertilizantes en Argentina podría posicionarse entre los más altos de la historia, gracias a la creciente demanda de trigo y maíz, dos cultivos que requieren significativas cantidades de nutrientes para maximizar su rendimiento y calidad.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las importaciones de fertilizantes han crecido un 19% en los primeros diez meses del año, alcanzando un total de 3,4 millones de toneladas.
Este crecimiento se traduce en dos años consecutivos de incremento en la importación y consumo de estos productos, algo que no se veía desde 2021.
El fuerte incremento en las importaciones de fertilizantes también se refleja en términos económicos. Entre enero y octubre, el valor de las importaciones alcanzó los 1.926 millones de dólares, lo que representa un aumento del 38% respecto al año anterior.
Este incremento es casi récord, solo superado por el acumulado de 2022, cuando los precios internacionales alcanzaron máximos históricos debido al conflicto entre Rusia y Ucrania.
La BCR destaca que los principales productos importados son la urea, un fertilizante nitrogenado, y el fosfato monoamónico (MAP), un fertilizante fosfatado. Estos dos productos representan cerca del 56% del volumen y el 61% del valor importado en el último año.
En lo que va de 2025, las importaciones de urea y fosfato monoamónico han aumentado un 32% y un 19% respectivamente. En este contexto, Argentina importa el 67% de los fertilizantes que consume, según los promedios de los últimos cinco años, mientras que el resto proviene de la producción nacional.
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