El estudio también mostró que, aunque algunos alimentos locales son competitivos, en casi la mitad de los productos analizados Argentina aparece más cara que otras economías.
Este informe de la Fundación Mediterránea es muy interesante porque confirma algo que suele percibirse en la vida cotidiana: la carne vacuna argentina sigue siendo competitiva en el plano internacional, incluso después de la devaluación.
Algunos puntos clave del estudio:
Comparación internacional: Argentina fue comparada con nueve países de distintos continentes y niveles de desarrollo (Brasil, Chile, México, EE.UU., Francia, Polonia, Australia, China y Corea del Sur).
Resultados generales:
Argentina resulta más cara en el 48% de los productos analizados.
En países como EE.UU., Australia, Francia o Corea del Sur, la mayoría de los precios son más altos que en Argentina.
En cambio, Brasil, Chile, México y China muestran precios más bajos en buena parte de los alimentos.
Carne vacuna:
Es el producto en el que Argentina aparece con mayor ventaja relativa.
Solo en Brasil la carne está más barata; en el resto de los países llega a costar hasta tres veces más que en Argentina.
Esto refleja tanto la alta productividad agropecuaria como el efecto de las retenciones a las exportaciones, que presionan a la baja el precio interno.
Otros alimentos baratos en Argentina: huevos y papas.
Productos relativamente caros: agua mineral y algunos alimentos procesados.
Evolución reciente: entre mayo y agosto de 2025, a pesar de la devaluación, Argentina no mejoró sustancialmente su posición relativa en el ranking internacional de precios de alimentos.
En resumen: la cane argentina sigue siendo una de las más baratas del mundo, pero esa ventaja no se traslada de manera uniforme al resto de los alimentos, donde el país aparece como intermedio o incluso caro frente a otros mercados.
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