En la previa del Día del Periodista Agropecuario, que se celebra cada 1° de septiembre en la Argentina, la voz de Juan Carlos Vaca cobra un peso especial. Con más de cuatro décadas al frente de Agroverdad, el periodista cordobés no solo se consolidó como un referente de la comunicación agropecuaria, sino también como un testigo privilegiado de las transformaciones más profundas del campo argentino.
En una extensa entrevista, Vaca repasó sus comienzos, reflexionó sobre la evolución del sector, recordó anécdotas y lanzó advertencias sobre los desafíos que enfrenta hoy la familia agropecuaria.
Aunque su nombre quedó inevitablemente ligado al periodismo agropecuario, Juan Carlos Vaca comenzó recorriendo otras áreas del oficio.
“En realidad yo siempre he ejercido el periodismo en términos generales. Me ocupé de tribunales, economía, policiales, gubernamentales, política, y hasta en algún momento de espectáculos. Pero en 1978 se presentó la oportunidad de comenzar a incursionar muy modestamente en la información agropecuaria, y me fue apasionando.”
Ese entusiasmo fue el germen de un proyecto que marcaría a generaciones: Agroverdad, fundado en 1985.
“Procedimos con otras dos personas a crear Agroverdad. Al poco tiempo me fui quedando solo y Agroverdad se ha extendido estos 40 años, acompañando a productores, tecnologías y cambios culturales.”
Lo que comenzó como un programa en televisión provincial se transformó en un espacio multiplataforma, con fuerte presencia en medios digitales y redes. Su permanencia no es casualidad, sino resultado de una adaptación constante.
“Cuatro décadas con Agroverdad significaron reinventarse permanentemente, con todos los cambios tecnológicos y siempre en contacto directo con el productor agropecuario. Porque realmente hay que estar 24-7 con una actividad que se vive con la misma pasión del primer día.”
Para Vaca, la clave del oficio siempre fue clara:
“El compromiso con los productores agropecuarios, con las familias agropecuarias. Esa ha sido nuestra razón de ser. Y si ese fue el compromiso durante 40 años, a esta altura seguirá siendo exactamente el mismo.”
En esa línea, advirtió sobre el presente y futuro de la actividad:
“Hoy la familia agropecuaria está acosada como unidad económica y de trabajo. El 70% de la tierra cultivada en la Argentina es alquilada. Muchos productores dejan de ser propietarios y se convierten en arrendatarios. No me parece un proceso positivo, porque se pierden fuentes de trabajo y, peor aún, la cultura del trabajo.”
Agroverdad acompañó los hitos que revolucionaron al agro argentino: la siembra directa, la agricultura de precisión y hoy, la robotización y automatización.
Vaca recordó con afecto cómo Eduardo Martelotto lo introdujo en los inicios de la siembra directa en la zona de Oncativo.
“Apenas iniciábamos Agroverdad, Martelotto me mostró lo que era la siembra directa. Después, juntos descubrimos por casualidad en el Farm Progress Show una carpa con los primeros folletos de agricultura de precisión. Desde entonces, hemos transitado todos los cambios que se fueron registrando en la actividad agropecuaria.”
Más recientemente, Agroverdad estuvo presente en el debut en Córdoba de la sembradora S7, presentada como predictiva.
“Estuvimos con la última tecnología, pero siempre planteándonos: ¿qué pasa con la gente? Porque cada vez tenemos máquinas más grandes y automatizadas, y uno se pregunta: ¿a dónde va la gente?”
Uno de los puntos que más preocupación genera en el periodista es el proceso de concentración de la producción y el impacto social que trae aparejado.
“La concentración significa el desplazamiento de mucha gente que estaba trabajando en el campo o en alguna actividad agropecuaria. Y la verdad es que uno no advierte que esto esté siendo considerado por quienes tienen que tomar decisiones.”
En ese sentido, subrayó la necesidad de políticas que incentiven el trabajo:
“Siempre repetimos hasta el cansancio: hay que generar más puestos de trabajo. Y me preocupa que a veces la invasión de importaciones arrasa con todo lo local. No me opongo a las nuevas tecnologías, al contrario, hay que incorporarlas inteligentemente, pero siempre con la mira puesta en generar más trabajo aquí.”
Vaca repasó historias y vínculos entrañables que marcaron su recorrido:
Segundo Guanini, un productor cordobés que construyó de su bolsillo un puente de hormigón para su comunidad:
“Cansado de golpear puertas sin respuesta, dijo un día: ‘Si nadie me da bolilla, al puente lo hago yo’. Y lo hizo. Ese puente es un monumento que lo recordará para siempre.”
César Arrechea, quien lo acercó a la Asociación de Cooperativas Argentinas:
“Le estoy debiendo siempre un reconocimiento. Fue quien me abrió puertas y me permitió tejer vínculos que marcaron mi carrera.”
Luis Dadomo, fundador de Metalfor, a quien se reencontró décadas después como otro testigo del crecimiento de la maquinaria agrícola nacional.
Lejos de ser una tarea solitaria, Agroverdad se sostuvo en gran medida por el respaldo familiar:
“No hay ninguna duda del acompañamiento de mi esposa Sonia y también de mis tres hijos. Agroverdad no podría realizarse sin ella. Sin Sonia, Agroverdad no existiría.”
Uno de sus hijos, Claudio Vaca, también siguió los pasos de su padre en el periodismo agropecuario.
El entrevistador, Ricardo, no ocultó su admiración:
“No se puede entender hoy el periodismo agropecuario de Córdoba sin la presencia de Juan Carlos Vaca y de Agroverdad.”
Vaca devolvió el gesto con humildad:
“De mi parte también hacerte un reconocimiento particular, personal, sentido, sincero a vos por tu trayectoria. Vos también has hecho camino y estás dejando una huella en el periodismo agropecuario.”
Tras 40 años de periodismo agropecuario, Juan Carlos Vaca mantiene la misma convicción que el primer día:
“El compromiso con los productores y las familias agropecuarias seguirá siendo exactamente el mismo. Porque esa ha sido nuestra razón de ser y lo será siempre.”
Agroverdad, con su plena vigencia, se erige así como testimonio y protagonista de la historia reciente del agro argentino.
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